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CUADERNO DE BITACORA
Fuente: Agencia Espacial Europea
fotografía: NASA, Agencia Espacial Europea
23/10/2003 - "Aún
falta tiempo para que los astronautas se autoabastezcan de semillas
generadas en el espacio" - Entrevista con Francisco Javier Medina,
experto en Biología Celular de las Plantas del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, e investigador
principal de "Root"
Llegará el día en que los astronautas puedan cultivar su
propio huerto en el espacio: no dependerán tanto de los
suministros desde la Tierra y se abrirá la puerta a viajes de
tal vez años de duración. Pero antes hay que entender muy
bien cómo afecta a las plantas la falta de gravedad. Es lo que
quiere averiguar Francisco Javier Medina, de 51 años. Su
experimento en la Misión Cervantes se llama ROOT y es el primero
que envía al espacio; cabe en dos cajitas de menos de un
centímetro de lado, pero lo que contienen vale la pena.
¿Qué se sabe hoy sobre el crecimiento de las plantas en el espacio?
Respuesta: El fenómeno más estudiado son los
'gravitropismos', es decir, la influencia de la gravedad en la
dirección de crecimiento. En el espacio las raíces
tienden a crecer de forma errática, en vez de hacia abajo como
en la Tierra. Está claro que esto se debe a la falta de
gravedad, pero no sabemos cómo esta condición puede
alterar la expresión de los genes que controlan el crecimiento y
la división de las células de las raíces.
¿Hay evidencias de que podría verse afectada la expresión de los genes?
R: Hay un trabajo muy bonito y sencillo en Tierra: se pone a germinar
unas semillas en una placa de petri [un platito de laboratorio] y al
cabo de un tiempo les das la vuelta, las pones 'boca abajo'. Cuando se
analizan los genes se observa que cientos de ellos se expresan en las
plantas que han sido giradas y en las otras no, y viceversa.
¿Tendrán
sus resultados aplicación para los llamados 'sistemas de soporte
vital', que buscan el autoabastecimiento de plantas y animales, hombres
incluidos, fuera de nuestro planeta?
R: Ambos tipos de trabajo deberán converger, pero aún es
pronto. Nosotros apenas empezamos a estudiar los procesos celulares,
mientras que ellos están más interesados en lograr
biomasa, en cómo favorecer el crecimiento y en crear sistemas
cerrados donde lo que produce una especie pueda ser aprovechada por
otra. Tanto su trabajo como el nuestro son a largo plazo.
¿Cuándo cree que los tripulantes de la ISS podrán comer de su propio huerto?
R: No mucho, si cultivan semillas que les suministren desde Tierra; es
relativamente sencillo aprender qué fertilizantes usar, y una
serie de técnicas. Ahora bien, aún falta tiempo para que
los astronautas se autoabastezcan a base de las semillas que las
propias plantas hayan generado en el espacio.
Pero,
¿seguro que no habría peligro en comer una planta cuyos
genes no se expresan de forma normal, o al menos no como en la Tierra?
R: Pues es lo que hay que estudiar. En principio, sorprendentemente,
parece que aunque estén alteradas determinadas actividades
celulares importantes para el desarrollo del embrión al final el
organismo acaba siendo normal. Y esto se ha visto tanto en plantas como
en animales.
¿Qué tal su primera experiencia con el espacio?
R: ¡Esto es muy complicado! Cosas muy sencillas, que en Tierra ni
te planteas o das por hecho, aquí son un obstáculo.
¿Por ejemplo? Explique su experimento, ROOT.
R: En nuestro experimento debemos hacer germinar semillas en el
espacio. Para ello metemos las semillas, unas 120 en todo el
experimento, en papel de filtro, y junto al papel hay 10 ampollas que
contienen el medio de cultivo; todo ello va en un contenedor conectado
a un motorcito, de forma que cuando el astronauta activa el motor
éste rompe las ampollas y las semillas quedan en contacto con el
medio de cultivo para que germinen. Pues bien, todo debe ser construido
de tal forma que cuando las ampollas se rompan el medio de cultivo no
se quede dentro de la ampolla. Obviamente en Tierra daríamos la
vuelta a la ampolla, pero en el espacio no se puede. Y otro ejemplo es
el tratamiento de sustancias potencialmente tóxicas.
Además de las ampollas con medio de cultivo tenemos ampollas con
una sustancia que debe fijar las raíces una vez germinadas, esto
es, detenerlas en su crecimiento para permitir su análisis
posterior al microscopio. Pues este fijador es tóxico,
así que todo debe ir en contenedores herméticos para que
en ningún momento se pueda ver afectada la seguridad del
astronauta.
¿Para cuándo los resultados?
R: Aún tendremos unos seis meses de trabajo en el laboratorio,
en Tierra, despuús de que nos llegue el material de vuelta de la
ISS.
¿Nervioso?
R: ¡Ilusionado!.
Nota del Proyecto MEE: Debido al tiempo transcurrido desde la
conclusión de la misión, es posible que algunos enlaces a
las páginas de la ESA hayan quedado obsoletos.
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