El objetivo del Museo Español del Espacio es constituirse como un singular centro científico y didáctico en el cual se refleje la aventura del ser humano en su intento por alcanzar las estrellas, de una forma amena, concisa y basada en la interactividad. Los acontecimientos se encontrarían ordenados cronológicamente con el propósito de que el visitante pudiera formarse una idea correcta de lo que ha sido y es la exploración del espacio exterior, sus perspectivas de futuro y los beneficios que ella conlleva. Las secciones principales se describen a continuación:

Referencias mitológicas
Historias recogidas en los primeros testimonios escritos que describen el respeto y el interés que ya sentía el ser humano desde tiempos remotos hacia todo aquello relacionado con el Cosmos.

Las primeras ideas
Los primeros estudios, principalmente en física y observación astronómica, de científicos como Nicolás Copérnico, Isaac Newton, Johannes Kepler, Tycho Brahe y Galileo Galilei..., que establecieron las bases teóricas para iniciar el viaje hacia los cielos.

Los pioneros del espacio
personalidades de la talla de Konstantin E. Tsiolkovski, quien a principios de nuestro siglo desarrolló un trabajo acerca de los primeros vuelos tripulados; Robert H. Goddard, padre del cohete de combustible líquido, que experimentó con artefactos que estudiaron las altas capas de la atmósfera en los años 20-40; Wernher von Braun, científico que desarrolló, junto a Hermann Oberth, el proyecto alemán V-2, y en el que posteriormente trabajó en Estados Unidos.

El inicio de la aventura espacial
El inicio de lo que hoy conocemos como era espacial, fruto de la competición entre superpotencias rivales (Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), cuya andadura comenzó el 4 de Octubre de 1957 con el lanzamiento del satélite soviético Sputnik 1.

Los primeros vuelos tripulados
Sin duda fue el período en el que se intensificó la Carrera Espacial, iniciada en 1958 con el lanzamiento del estadounidense Explorer-1 como respuesta a la proeza soviética del Sputnik. Los primeros programas tripulados fueron los soviéticos Vostok y Voskhod, y los estadounidenses Mercury y Gemini.

La conquista de la Luna
El 20 de Julio de 1969, un hombre, Neil A. Armstrong, pisaba por primera vez la superficie de otro cuerpo celeste. El alunizaje fue el principal objetivo de un programa que se extendió por espacio de 10 años, desde su definición a principios de los 60 hasta su finalización en Diciembre de 1972, el cual llevaba el nombre de Apollo.

Los complejos orbitales

Fue el nuevo rumbo que tomó la Astronáutica al finalizar la carrera hacia la Luna. Los complejos orbitales comenzaron a aparecer en órbita terrestre a partir de 1971. Diseñados y construidos para efectuar todo tipo de experimentos en el espacio, con fines a una posible exploración tripulada del planeta Marte, el siguiente paso.

El Transbordador Espacial
Conocido como Space Shuttle, este programa estadounidense fue iniciado en la primavera de 1981 con el lanzamiento del primero de este tipo de vehículos: el Columbia. La flota de transbordadores llegó a contar con otras tres unidades: Challenger, Discovery y Atlantis. Tras la pérdida del Challenger en 1986, la NASA puso en servicio una quinta unidad, bautizada con el nombre de Endeavour. El accidente del Columbia en 2003 supuso en comienzo del final del programa de transbordadores, clausurado definitivamente en julio de 2011. La Unión Soviética poseía sus propias versiones, Buran y Baikal. Solo el primero de ellos llegó a volar al espacio (en una única misión en modo automático).

La exploración automática de nuestro Sistema Solar
Dos años después del lanzamiento del Sputnik, la Unión Soviética comenzó a explorar el espacio más allá de la órbita de la Tierra con ingenios robóticos. Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea y otras potencias espaciales han lanzado sondas no tripuladas con el propósito de explorar los diferentes cuerpos celestes que pueblan el Sistema Solar, con el propósito de conocer sus características e intentar desvelar el origen de nuestro entorno planetario.

Los satélites, nuestros ojos y oídos en el espacio
Los satélites son artefactos que cumplen muchas y muy variadas funciones: telecomunicaciones, teledetección, observación terrestre y astronómica, directa o mediante sensores. Sus instrumentos nos ayudan a prevenirnos o paliar los efectos de las catástrofes naturales –salvando con ello millones de vidas cada año–, así como a tomar medidas contra el cambio climático al poder advertir los efectos del calentamiento global desde la órbita terrestre. También nos ayudan a determinar los lugares idóneos en donde establecer explotaciones agrícolas y mineras. Los satélites se han convertido en unas herramientas esenciales para el desarrollo sostenible de la economía mundial.

Europa en el espacio
Durante la década de 1960, Europa comenzó a tomar parte en campo de la astronáutica, con el diseño y lanzamiento de satélites y cohetes. Actualmente cuenta con una baza extremadamente importante en el apartado científico y comercial del espacio: el lanzador Ariane 5, teniendo en perspectiva la puesta en marcha de su sucesor, Ariane 6. Además, posee un programa propio de astronautas, del que formó parte el español Pedro Duque, que voló al espacio a bordo del transbordador espacial Discovery de la NASA, en los meses de Octubre-Noviembre de 1998 (misión STS-95), y en la nave Soyuz TMA-3 en octubre de 2003, en el marco de la misión Cervantes. España es un importante miembro de la Agencia Espacial Europea, y algunas empresas nacionales tienen firmados contratos permanentes con esta Agencia, ya que están especializadas en diversos campos aeroespaciales, entre ellos comunicaciones, protección térmica, sistemas de lanzamiento y diseño de estructuras.

El papel de España en el vuelo espacial
En la actualidad, los astronautas pueden realizar los llamados paseos espaciales gracias al trabajo de varios ingenieros, entre ellos el español Emilio Herrera Linares, quien diseñó en la década de 1930 un prototipo de traje al que llamó «Escafandra Estratonáutica», con el que pretendía explorar las altas capas de la atmósfera. Lamentablemente, su traje nunca llegó a volar debido al estallido de la Guerra Civil. No obstante, sus experiencias en el diseño y construcción de aquella escafandra fueron esenciales para que, treinta años después, se realizaran las primeras actividades extravehiculares.
Por otra parte, en la década de 1960, España estableció líneas de colaboración con la NASA que se materializaron en la construcción y utilización de varias estaciones de seguimiento que permitieron una cobertura continua de las comunicaciones entre los astronautas de la agencia espacial estadounidense y su principal centro de control, situado en Houston (Texas). Las instalaciones INTA-NASA fueron esenciales en el desarrollo del programa lunar Apollo, y actualmente permiten el flujo de comunicaciones entre las sondas enviadas al espacio profundo y los respectivos centros de control. Asimismo, desde la década de 1970, el INTA desarrolla programas de investigación de la alta atmósfera con vehículos diseñados para el sondeo atmosférico.

Animales en órbita
Los animales han sido en numerosas ocasiones protagonistas de los vuelos espaciales, destacando la popular perrita Laika (Sputnik 2) o el mono Ham (programa Mercury). Los conocimientos obtenidos en tales misiones han sido vitales para la participación humana en vuelos espaciales. Lamentablemente, muchos de ellos perdieron la vida en algunos de ellos.

Los riesgos de viajar al espacio
En contadas ocasiones han tenido lugar catástrofes espaciales, pero en algunas de ellas han perdido la vida seres humanos y animales. Este proyecto está dedicado a su memoria.

La Estación Espacial Internacional
Se trata del complejo espacial más grande que jamás se haya construido. Las principales potencias involucradas en este proyecto son Estados Unidos, Rusia, Canadá, Europa (y dentro de ella, España) y Japón. Será el puente de unión con la Luna y Marte, dado que gracias a ella se adquirirá experiencia y conocimientos sobre la influencia de la ingravidez prolongada en el cuerpo humano. Su ensamblaje en órbita terrestre comenzó en 1998 y concluyó en 2011.

El futuro de la humanidad en el espacio
Estados Unidos, Europa, China y otras potencias espaciales ya se encuentran trabajando en misiones que supondrán el retorno de astronautas a la Luna y la puesta en marcha de la primera misión tripulada a Marte, en lo que serán los primeros pasos de la para asentar la presencia humana más allá de la Tierra.

Aplicaciones de la tecnología espacial
En cada vuelo espacial se obtiene una gran cantidad de conocimientos que son aplicados a la vida cotidiana en un plazo de tiempo muy corto. Gracias al espacio, podemos hacer uso de medicinas más avanzadas y efectivas, observar nuestro planeta con satélites y así prevenir o mitigar los efectos de las catástrofes naturales, o intercambiar ingentes cantidades de información entre puntos distantes. Estas son algunas de las muchas aplicaciones de la tecnología que nos permite volar al espacio.

El espacio en el cine y la literatura
Muchas son las obras cinematográficas y literarias inspiradas en el espacio. Tal es el caso de la popular hexalogía de George Lucas, Star Wars, 2001: Una Odisea del Espacio de Stanley Kubrick, y las series y películas creadas o inspiradas por Gene Rodenberry, las cuales han constituido el popular Universo de Star Trek. En el terreno literario debemos destacar la obra De la Tierra a la Luna, escrita por el renombrado Julio Verne, quien describía las proezas de unos exploradores en su viaje hacia el satélite natural de nuestro planeta. Esta sección pretende rendir homenaje a estas obras que se han constituido como clásicos de la ciencia ficción de todos los tiempos.



Lecturas recomendadas

  • Rodríguez Baquero, Óscar Augusto (2017), La Exploración del Espacio. Primeros Pasos en la Colonización de Otros Mundos. RBA/National Geographic.
  • Rodríguez Baquero, Óscar Augusto (2017), Observación de la Tierra desde el Espacio. Una Ventana para Conocer el Mundo en el que Vivimos. RBA/National Geographic.
  • Rodríguez Baquero, Óscar Augusto (2017), La Presencia Humana más allá del Sistema Solar. Primeros Pasos hacia el Éxodo Interestelar. RBA/National Geographic.
  • Rodríguez Baquero, Óscar Augusto (2019), La Sputnik y Otras Misiones Rusas. Atlas del Cosmos National Geographic. RBA/National Geographic.


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